sábado, 30 de junio de 2012

El viajero del siglo, de Andrés Neuman

En pleno siglo XIX un viajero nómada llega una noche de invierno a Wandernburgo, una ciudad deslocalizada, a medio camino entre Berlín y Dessau. La ciudad es extraña, su paisaje parece cambiar de un día para otro y tiene la propiedad de atrapar a sus habitantes de tal modo que nunca nadie se ha marchado de ella. Nuestro viajero se aloja en una posada con intención de partir al día siguiente, pero primero un mendigo que vive de tocar el organillo y al que conoce en la plaza del pueblo y más tarde la fascinante hija de un burgués venido a menos al que encuentra en una celabración le hacen posponer su marcha indefinidamente. A partir de ahí la novela gira en torno a la relación de amor entre el protagonista y la chica, cuya boda con el hijo de una famila rica está prevista para finales del verano; un matrimonio de conveniencia que tiene como principal misión salvar las maltrechas finanzas de su padre y que ella acepta sin reservas, tanto por amor a su padre como por la devoción que le profesa su futuro marido.

jueves, 28 de junio de 2012

Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas

El barcelonés Enrique Vila-Matas es uno de los autores que Volpi destaca de entre los más originales de la literatura en lengua castellana del siglo XX. En lo que él considera un erial de novelas convencionales, Vila-Matas es uno de los pocos autores que se atreve a hacer propuestas arriesgadas, originales e innovadoras. Y ésta, posiblemente su novela más famosa, lo es sin ningún género de dudas. Una vez escuché una entrevista a Eduardo Mendoza en la que decía que él creía que la novela estaba acabada como género, que ya se había hecho todo lo que se podía hacer en ella. Desde que di con los autores del crack he podido darme cuenta de cuán equivocado estaba Mendoza, porque desde entonces a acá he leído muchas novelas que prueban que el género aún tiene mucho de dar de sí. En general, es arriesgado emitir ese tipo de sentencias; te expones a quedar en las crónicas futuras como Lord Kelvin cuando se le cita diciendo al final del siglo XIX que la Física estaba prácticamente acabada: como un tonto. Afortunadamente para Mendoza (a quien ni de lejos tengo por tonto) hace poco lo oí retractarse diciendo lo mismo que yo: que desde que hizo aquellas desafortunadas declaraciones (que al parecer mucha gente le recuerda) ha leído multitud de novelas que le han hecho ver lo equivocado que estaba. Seguramente esta es una de ellas.

Bartleby, el escribiente, de Herman Melville

Interesante y curioso cuento del autor de Moby Dick. Un abogado de Nueva York que tiene un despacho dedicado a la redacción de documentos legales y que cuenta con dos escribientes para ello, decide contratar un tercero porque tiene sobrecarga de trabajo. A la oferta se presenta un tipo un tanto anodino llamado Bartleby, a quien le da el puesto. Al principio todo va bien, y Bartleby, aunque poco sociable, hace su trabajo; pero cuando, terminada la redacción de su primer documento, el abogado lo llama para cotejarlo y revisarlo, Bartleby responde “preferiría no hacerlo”. Ni el estupor del jefe, ni sus peticiones de explicaciones, ni sus amenazas doblegan a Bartleby quien, tras explicarle que “preferiría no dar” las explicaciones que éste le pide para justificar su comportamiento, se sienta en su mesa y continúa con su quehacer. A partir de aquí la situación se vuelve más y más absurda. En contra de toda razón, el abogado no lo echa, en parte porque le da lástima, pero Bartleby se va haciendo fuerte, no solo en su postura, sino en la oficina: un día el abogado descubre que vive en ella. Bartleby deja incluso de trabajar porque “preferiría no hacerlo”. Y si absurda es la postura de Bartleby, más lo es la del abogado que, lejos de hacer lo que la lógica aconsejaría en este caso, va adoptando decisiones más y más grotescas con el fin de deshacerse de Bartleby.

jueves, 7 de junio de 2012

Fahrenheit 451, de Ray Bradbury


Descubrí a Ray Bradbury gracias a una rara serie de televisión que se echaba en la tele cuando era pequeño. En mi casa nadie quería verla, pero el primer capítulo me enganchó, y, esta vez, conseguí que me dejaran seguirla. El siguiente pasó lógico era acudir a la biblioteca, y leer todo lo que tenían de él. Fahrenheit 451 fué uno de esos libros.

En el instituto, en primero, teníamos la opción de elegir una asignatura llamada EATP. Yo seleccioné "Geometría Esférica", pero, al parecer, fuí el único que la eligió y no se impartió. A cambio me apuntaron a "Cine y Literatura", y se convirtieron en las mejores clases del mundo ya desde la primera sesión. El profesor era un enamorado de la ciencia ficción y del cine, y compuso la asignatura haciendo girar el contenido alrededor de buenas novelas de ciencia ficción y buenas adaptaciones. Así descubrí la película de Farenheir 451.

sábado, 2 de junio de 2012

La encuadernadora de libros prohibidos, de Belinda Starling

Dora Damage es la mujer de un encuadernador al borde de la ruina por causa de un reúma crónico que le impide trabajar. En el Londres victoriano, tiene que luchar contra los prejuicios sociales para hacer lo que la sensatez le pide: hacerse cargo de la encuadernadora. Ocultamente al principio, pero a las claras más tarde, Dora pasa consigue remontar la empresa, a la vez que cuida tanto del marido, cada vez más inútil y del que no recibe ningún apoyo, ni físico (obviamente) ni moral (más bien al contrario), como de su hija epiléptica. Pero la decisión, que los salva de la miseria, tiene consecuencias para ella: tiene que hacerse cargo de la encuadernación de todo tipo de material pornográfico que le envían una panda de aristócratas dilentantes, obsesionados por el sexo y la crueldad, y que responden al nombre de los Nobles Salvajes. Dora se hace cómplice de esta tarea, ilegal en aquella época, a la vez que debe vencer sus prejuicios, los de su entorno y el acoso al que la someten sus peculiares clientes.

viernes, 1 de junio de 2012

Cuando pase tu ira, de Asa Larsson


La introducción

No recuerdo en qué momento se me ocurrió leer el primer libro de Asa Larsson. Imagino que como llevo años intentando ver una Aurora Boreal, sería el título de la novela mezclado con el boom de la novela de suspense sueca. En este año ha salido en castellano la cuarta entrega Cuando pase tu ira.
Las novelas de Asa Larsson se pueden catalogar de novela negra de las que se leen debajo de la sombrilla en la playa. No creo que nadie piense que estas novelas aparezcan nunca dentro del “Canon Occidental revisitado” de Harold Bloom, pero si que seguramente van a hacer rica a su autora. En España está teniendo una buena aceptación, a juzgar por su página oficial en español (http://www.asalarsson.es/).

HHhH, de Laurent Binet

Influenciado por el entorno donde estoy viviendo estos meses decidí leer novelas relacionadas con Alemania. Mirando qué tenía en mi kindle vi esta que había visto en Círculo y dudé si comprarla o no. Dado que la conseguí en versión electrónica decidí leerla primero y luego, si me convencía, adquirirla en papel.

El poder en la Sombra, de Robert Harris


A punto de terminar de leer El emblema del traidor de Juan Gómez Jurado estaba pensando qué leer y fue cuando Jose me alertó sobre esta novela de Harris. Ya he reseñado tres novelas de este autor y las tres me han gustado bastante así que sin pensarlo dos veces decidí leerlo. Tengo que decir que la mayor reclama es que ha sido llevada al cine por Roman Polansky en el "The ghostwriter" (o el "negro" como diríamos en España, película que tengo en tareas pendientes pues aún no la he visto). Vayamos al libro. Esa es su contraportada:

Robert Harris presenta un thriller de infarto, lleno de ritmo e intriga, propio de un conocedor de los entresijos políticos. La redacción de la autobiografía del ex-primer ministro británico se ha convertido en un juego muy peligroso. Una trepidante intriga política inspirada en personajes reales. El «negro» (escritor oculto), encargado de escribir la autobiografía del ex-primer ministro británico Adam Lang, ha muerto en extrañas circunstancias. Su sustituto encuentra una información inquietante que tal vez pueda probar la vinculación del mandatario con crímenes de guerra encubiertos por la lucha antiterrorista. Cuando el político muere en un atentado, el escritor comprenderá que ahora más que nunca su vida pende de un hilo. Un thriller político apasionante, con personajes reconocibles de la política internacional. Una crítica abierta a la política mundial y al orden establecido. El final es impactante e inesperado hasta la última frase (literalmente). Se ha señalado que el personaje Adam Lang estuvo inspirado en el ex-primer ministro Tony Blair, tanto en las referencias a la guerra de Irak, a la guerra contra el terrorismo, como a su estrecha relación con Estados Unidos. La novela fue llevada al cine en una galardonada película, dirigida por Roman Polanski, y para la cual el propio Harris escribió el guión.
La historia es la de un "negro", es decir, la del escritor que escribe una novela para otro. En este caso, nuestro negro va a escribir la autobiografía de Adam Lang (alias Tony Blair) el ex-primer ministro británico. Resulta que nuestro negro no es en primero. Antes el libro lo estaba escribien un colaborador de Adam, Mike McCara que ha muerto en circunstancias más que sospechosas. Nuestro negro decide aceptar en contrato y vuela a EEUU para poder acceder a todo el material de McCara, entrevistar a Lang y poder reescribir la historia del ex-primer minsitro. Bueno a partir de ahí la cosa se complica pues en medio de sus entrevistas nuestro protagonista se encuentra con cierto paquete que McCara tenía escondido y decide, por su cuenta, seguirle la pista a su predecesor. A eso hay que unirle que a Lang lo quieren investigar por crímenes de guerra en Afganistán. La historia está bien, engancha y no aburre. El libro da varios giros en la trama y el final, al menos para mí, fue inesperado. Los personajes son creíbles y razonablemente humanos. Otra buena novela de Harris. Eso sí, el final de la peli y el del libro no son iguales, parecidos pero no iguales (no pude evitar verla a trozos y, excepto el final, parece una copia fiel). Os lo recomiendo.

El emblema del traidor, de Juan Gómez Jurado

Después de leer Contrato con Dios que no me disgustó (pero tampoco me   impresionó), y dado que estoy en Alemania por unos meses decidí leerme este libro. Afortunadamente no tiene nada que ver con los dos anteriores que había leído del autor, sino que era una intriga histórica que tiene lugar entre las dos grandes guerras mundiales del siglo XX. Su contraportada: