jueves, 11 de mayo de 2017

Todo y más: una breve historia del infinito, de David Foster Wallace

Hoy os traigo un libro peculiar. Que cayera en mis manos es consecuencia de una charla con Jose y Javi Galeano en Sevilla. El título lo dice todo, así que si tenéis inquietudes intelectuales, en general, y curiosidad por saber qué es eso del infinito en particular, este es vuestro libro. No obstante, advierto que es «duro» de leer, que no es lectura de un fin de semana. Hay que leerlo despacio y «rumiarlo». El propio autor recomienda qué pasajes se deben releer con cuidado. Si eres matemático o simplemente te gustan las mates, también es tu libro, aunque solo sea por descubrir qué es el infinito desde el punto de vista matemático. Pero ojo, si eres de los matemáticos intuicionistas o constructivistas (o un aristotélico, en general), entonces quizá no te guste mucho, pues lo que pretende Wallace es que que seamos capaces de entender que hay una forma viable de comprender el infinito per se, un concepto que ni es intuitivo, ni constructivo.

martes, 2 de mayo de 2017

El andar del borracho, de Leonard Mlodinow

Este libro de algo más de doscientas páginas versa sobre cómo los seres humanos percibimos el azar. Su autor es un reconocido físico matemático norteamericano que además es escritor de varios libros de divulgación científica (algunos junto a Stephen Hawking) y guionista de de conocidas series de televisión como MacGyver o Star Trek: the Next Generation.

En este libro, premiado por el Comité para la Investigación Escéptica (Committee for Skeptical Inquiry, CSI), Mlodinow nos decribe de forma bastante amena qué es el azar y cómo lo percibimos. Esta es su contraportada:

miércoles, 5 de abril de 2017

El cero y el infinito, de Arthur Koestler

Como comenté en una reseña anterior, estaba leyendo cosas relacionadas con la historia de la ciencia y en particular con la vida Galileo. A raíz de mi reseña del libro  El enigma de Copérnico, de Jean-Pierre Luminet, un colega, Javier Galeano (autor esporádico en este blog), me recomendó el libro Los sonámbulos, de Arthur Koestler, así que me puse a buscarlo. He de decir que lo encontré y me leí varios capítulos relacionados con Galieo y Kepler que me encantaron, así que investigué un poco sobre el autor y descubrí a un tipo extraordinario. Vale la pena leer el pequeño resumen de su biografía que tiene la wikipedia en español (en inglés es mucho más completo) para darse cuenta de la dimensión del autor. El caso es que me llamó la antención este libro, cuya contraportada dice:

martes, 4 de abril de 2017

El sueño de Galileo, de Kim Stanley Robinson

Hace unos meses andaba embarcado en la preparación de una conferencia para niños de 14-17 años (bueno no sé si llamarlos niños, que ya sabemos como se enfadan) sobre las matemáticas como lenguaje para describir el Universo. La idea era comenzar con los griegos hasta llegar a Newton y, obviamente, por el camino nos toparíamos con Galileo Galilei, una figura clave en la historia de la Ciencia.  El considerado para muchos fundador de la ciencia moderna es seguramente más conocido por su condena en 1633 por el Tribunal de la Inquisición en Roma (por defender la Teoría Heliocéntrica de Copérnico) y su famosa frase al final del juicio después de retractarse «eppur si muove» («y sin embargo se mueve») —que casi con seguridad nunca dijo— que por sus contribuciones a la ciencia moderna.

martes, 14 de marzo de 2017

Los humanos, de Matt Haig

Es curioso eso de las coincidencias. Hace un par de semanas por alguna razón difícil de elucidar me vino a la cabeza la famosa hipótesis de Riemann que establece que «la parte real de todo cero no trivial de la función zeta de Riemann es 1/2» (véase la wikipedia, por ejemplo). En realidad de lo que me había dado cuenta es que en todos los libros y charlas divulgativas que había leido o escuchado siempre hablaban de la importancia que tendría su prueba y las consecuencias para nuestra vida cotidiana pero no daban ningún ejemplo concreto. La verdad es que, si soy sincero, he de decir que no se qué consecuencias puede tener a día de hoy, pero como bien dijo el matemático ruso del siglo XIX Lovachevsky «No hay rama de la matemática, por abstracta que sea, que no pueda aplicarse algún día a los fenómenos del mundo real». Y os preguntaréis ¿a qué viene todo esto de las coincidencias? Bueno pues hace unos días estaba corriendo por los arrozales de Coria del Río con dos amigos matemáticos y justo uno de ellos, Enrique, preguntó si sabíamos algo sobre las posibles aplicaciones «al mundo real» del problema de Riemann. Tanto yo como el tercer corredor, Antonio, dijimos que no. Bueno, Antonio dijo más, nos contó que lo que a él le sonaba de haber leído o escuchado es que la relación entre la hipótesis de Riemman con los números primos podía tener consecuencia en los sistemas criptográficos basados en los números primos, pero en concreto nada. Enrique nos comentó entonces que había leído en un blog que en el libro que nos ocupa hablaban de ello y nos preguntó si lo habíamos leído. La respuesta de ambos fue que no. Como me quedé intrigado busqué la novela y me la leí. Hay una reseña de la misma en este link hecha por otro matemático, Manuel de León.